miércoles, 9 de noviembre de 2016

Neurofisiología de la Atención


NEUROFISIOLOGÍA DE LA ATENCIÓN
CIRCUITOS ATENCIONALES:

-CIRCUITO BÁSICO O SUBCORTICAL:



--CIRCUITOS BÁSICOS CORTICALES:


Anatomía de la atención Según Posner

Alerta, atención sostenida o vigilancia. Las áreas implicadas en este componente son el locus coeruleus (debido a las conexiones de norepinefrina con la corteza) y se piensa también en el papel importante que puede desempeñar el hemisferio derecho para cambios fásicos en el nivel de alerta (Rueckert y Grafman, 1996).
 Red funcional de orientación o sistema atencional posterior. Representa la actividad de la red atencional posterior, que incluye los lóbulos parietales posteriores, encargados del desenganche de la atención, los núcleos pulvinares del tálamo, que controlan el enfoque de la atención y los núcleos reticulares del tálamo junto con los colículos superiores mesencefálicos, que se encargan del desplazamiento de la atención de una zona a otra del campo visual. 
Sistema atencional anterior. Ya que se relaciona con las áreas mediales frontales de la corteza, el área cingulada anterior, el área motora suplementa lementaria y los ganglios basales (Bus les (Bush, Luu y Posner, 2000; Posner y Petersen, 1990).

La región frontal dorsolateral
 Diversos estudios han utilizado técnicas de neuroimagen que han permitido  relacionar el control atencional con la actividad en áreas prefrontales dorsolaterales (Brodman 24 y 32). Ambas regiones mostraban actividad cuando los participantes debían mantener secuencias largas de elementos en la memoria operativa o en tareas de atención dividida. (Cohen y col., 1997).
Se han sugerido distintas funciones para esta región principalmente de mantenimiento activo de la información y de inhibición de respuestas. Parece que la corteza dorsolateral está especializada en el mantenimiento y manipulación de la información, es decir, un proceso semejante (si no el mismo) a la memoria operativa o a alguno de sus componentes.
 Otros autores encuentran que la inhibición de las respuestas no deseadas es llevada a cabo en áreas dorsolaterales frontales (Liddle, Kiehl y Smith, 2001). Concretamente, mediante tareas de tipo go-no go y en el test de clasificación de cartas de Wisconsin (WCST).

El córtex cingulado
 Las teorías sobre el control de la cognición sugieren que son necesarios dos sistemas, uno encargado del control propiamente dicho, y otro encargado de la supervisión.
 MacDonald et al. (2000) encontraron una doble disociación entre dos regiones frontales encargadas de llevar a cabo dichos procesos. Así, durante la preparación de la respuesta se activaba la región dorsolateral izquierda, lo que han asociado a un mecanismo de control de las respuestas. Por otro lado, la corteza cingulada anterior mostraba una mayor actividad durante la respuesta a estímulos incongruentes, lo que asociaron a un proceso de supervisión de la conducta.
AMS
 En los últimos años, diferentes investigaciones han tratado la actividad del área motora suplementa (AMS) durante la ejecución de tareas de tipo atencional, ya que plantea la posibilidad de que su función no sea exclusivamente motora (Braver et al., 2001; Liddle et al., 2001; Ojeda del Pozo et al., 2002; Silvestre et al., 2003).
Autores como Mesulmam (1990) consideran la circunvolución precentral derecha como parte del circuito atencional anterior. Se ha encontrado también un aumento de la actividad neuronal en éste área durante la ejecución de tareas de cambio atencional (Nagahama et al., 1999) por lo que se ha sugerido también un papel del AMS en el cambio de “set” cognitivo.

Estructuras subcorticales
 Los ganglios basales (Casey et al., 2000; Hager et al., 1998) y el caudado durante tareas de cambio atencional (Rogers, (Rogers, Andrews, Grasby, Brooks y Robbins, 2000). Estos autores muestran también cómo pacientes con lesiones en el núcleo caudado reflejaron dificultades para realizar el cambio atencional con éxito.
Para Mesulam (1990) es básico el componente reticular, que incluye sistemas ascendentes colinérgicos, noradrenérgicos y dopaminérgicos, aporta el nivel necesario de activación para que pueda funcionar el resto de componentes de la atención.
El tálamo
 Por otra parte, la visión sobrelos procesos atencionales de autores como LaBerge (1995) implica una participación importante del tálamo. Desde su posición central en el cerebro, conecta directamente casi con todas las áreas de la corteza y es capaz, por tanto, de elevar la actividad de determinados grupos de células mientras la de grupos de neuronas adyacentes queda en niveles más bajos. Otros autores también han encontrado actividad talámica en tareas atencionales (Adler et al., 2001; Hager et al., 1998).


  
  





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